LA BÓVEDA ESPIRITUAL
La atención a los eguns o difuntos ocupa un papel importante en la Santería, el ofrendar y rendir homenaje a ellos constituye parte esencial de la liturgia de esta religión.
Los Santeros poseen diversas formas para cumplir con la norma de atención a los antepasados, pero quizás el recurso más conocido y a la mano lo constituye la bóveda espiritual, conformada por una mesa, con
mantel blanco y vasos llenos de agua.
Cada vaso representa a determinado difunto o a un espíritu de devoción del santero, también allí encontraremos fotos e imágenes relacionadas con lo ancestros.
La bóveda espiritual es por excelencia el centro de devoción a los difuntos, el lugar que se le asigna dentro del hogar.
El objeto fundamental de la bóveda espiritual es poner en práctica la máxima tan importante para quienes están dentro de la Santería “IKU LOBI OCHA” (EL MUERTO PARIÓ AL SANTO), frase que expresa la necesidad de
cumplir siempre con la reverencia a los Eguns.
Constituye un receptáculo para que los espíritus estén presentes en la vida del santero o del creyente sin crear ningún tipo de perturbación o molestia. Igualmente sirve para aquellas personas que posean inclinaciones
espirituales puedan ir desarrollándolas o perfeccionándolas.
ORIGEN HISTÓRICO DE LA BÓVEDA
La bóveda espiritual es indudablemente un elemento sincrético, adoptado por los santeros aproximadamente en las décadas finales del siglo XIX. En estos años el espiritismo científico creado por Allan Kardec, era de
total aceptación en los blancos cubanos, sus practicas ampliamente difundidas llegaron a convertirse inclusive en una especie de juego de salón.
Estas prácticas presenciadas por los negros en casa de los blancos, llamaron profundamente su atención y poco a poco los africanos las adoptaron dentro de sus rituales religiosos. Este hecho se pudo haber desencadenado debido a que en la Santería se estaba frente a la muerte de una figura fundamental en la adoración a Egún, se trata de la desaparición de los llamados Egunguns, sacerdotes dedicados al culto a los muertos.
Estas prácticas presenciadas por los negros en casa de los blancos, llamaron profundamente su atención y poco a poco los africanos las adoptaron dentro de sus rituales religiosos. Este hecho se pudo haber desencadenado debido a que en la Santería se estaba frente a la muerte de una figura fundamental en la adoración a Egún, se trata de la desaparición de los llamados Egunguns, sacerdotes dedicados al culto a los muertos.
Su función era todo lo relacionado con las ceremonias funerales y la atención posterior que se les debía brindar a los desencarnados. Poseían todos los secretos de la adoración a Egún como se hacía en África, pero los que llegaron a Cuba y aún menos quienes aprendieron el oficio en estas tierras. Siempre se dijo que el realizar
estas ceremonias tenían consecuencias muy negativas, si no se hacían bien porque el oficiante corría el riesgo de morir, quizás esta situación influyó en que fueran muy pocos los santeros nacidos en tierras cubanas quienes aprendieron este oficio, así que en un periodo corto fueron desapareciendo lo Egunguns hasta no quedar ninguno.