La puerta principal de una casa o un local comercial tiene gran relevancia. ¿Qué implicancias tiene una puerta en mal estado?
La puerta principal de una casa o local comercial es esencial, ya que es el lugar por donde entra el Chi o energía vital. Las puertas interiores son bocas más pequeñas por las cuales elChi encuentra su camino hacia las demás habitaciones.
Para la buena circulación del Chi es importante que las puertas puedan abrirse del todo, sin obstáculos ni dificultades. Por ello es conveniente dejarlas libres y despejadas de muebles u objetos, que puedan interferir la entrada plena y armónica del Chi que fluye hacia las habitaciones.
Es también muy importante mantener en buen estado las puertas en general, sobre todo la puerta principal, del mismo modo que cuidamos nuestra boca, ya que por ella recibimos la mayor parte de nuestra alimentación. Debe estar impecable, pintada, con las manillas en buen estado, con las bisagras aceitadas para que no suenen y lijada en la base para que no se tranque al abrirla, para que de esta manera recibamos el flujo nutriente del Chi sin perturbaciones.
El hall debe estar con una buena iluminación con los interruptores de luz a la mano y en buen estado. El tamaño de la puerta principal también es importante, ya que debe estar en proporción al tamaño de la casa. Si es pequeña, se genera un desequilibrio, ya que la boca de entrada no permitirá la entrada suficiente de energía o nutrientes a la casa. En estos casos se sugiere agrandar la puerta o colocar elementos que la hagan visualmente más grande, como espejos en el hall o ventanas en los costados de la puerta. Pero si la puerta es demasiado grande con respecto a la casa, también se generará un desequilibrio, ya que entrará demasiado Chi que sobrepasará a los ocupantes de la casa generando cierta inestabilidad en sus vidas. Para corregirlo, basta con colocar elementos ornamentales como plantas, elementos decorativos que minimicen visualmente su tamaño.
Consecuencia de una puerta en mal estado
Es curioso el significado o la consecuencia de tener una puerta de acceso en mal estado. En una ocasión me tocó ir a una empresa donde las cosas no estaban del todo bien. Había problemas de dinero, con los proveedores y sobre todo falta de clientes. Todo daba a entender que los clientes se habían olvidado de ellos. No me extrañó percatarme que la puerta de entrada estaba en una condición más que deplorable.
La pintura estaba descascarándose, las manillas estaban en mal estado, incluso se podía ver un hoyo hacia el interior. Para darle el broche de oro al asunto, cada vez que querían abrir la puerta, sonaba un crujido horrible porque se trancaba en el piso, ya que se había hinchado con la humedad. Más encima, al entrar al hall, que es la primera impresión que uno tiene de un lugar, había una lámpara en el techo cuyas ampolletas se habían echado a perder y gracias a una pequeña ventana uno lograba tener un poco de luz y no tropezarse con algún objeto en el camino.
Esta imagen no era muy alentadora para la prosperidad de una empresa y el mensaje era muy simple de entender: “En este lugar no cuidamos nuestra prosperidad y nadie es bienvenido”.
Cuando la entrada principal es amplia y acogedora, transmite el deseo y la voluntad de recibir experiencias, personas y oportunidades positivas. Cuando está sobrecargada, descuidada, desordenada, o no es agradable, expresa justo lo contrario.
De más está decir, que se recomendó restaurar la puerta, cambiar las manillas e iluminar como corresponde el hall para tener una buena impresión de la empresa. Con el tiempo, después de ordenar, organizar los espacios y armonizar y potenciar los sectores de prosperidad y de clientes de la empresa, este simple hecho de preocuparse de la puerta de entrada, los ayudó a salir adelante, a tener nuevamente clientes y a tener nuevas proyecciones de negocios a futuro