Padrinos sin vocación, mal preparados o mal orientados están desmantelando la #Santeria, #Ifa y el #palomonte todos los días, en todas las denominaciones. Las congregaciones quedan divididas, desanimadas, sin visión, sin ganas de trabajar, sin programa de futuro. Algunos miembros se mantienen, otros se integran a otras religiones incluso a iglesias cercanas. Unos y otros arrastran donde estén las amargas experiencias vividas. Las heridas tardan en cicatrizar. Levantar estas familias religiosas, ponerlas de nuevo sobre sus pies, infundirles nuevas ilusiones, es trabajo de titanes.
No corren mejor suerte los padrinos. Algunos resisten, se afianzan en el poder congregacional, pero ya no son los mismos. Mucho ha cambiado en su interior. Las consultas y consejos son agresivas y el carácter muestra signos de dureza y de intolerancia. Incluso se convierten en dictadores de grupos pequeños. Ven a los miembros de la casa como una amenaza, no como una ayuda a su ministerio de fe. Y obstaculizan el desarrollo de los dones de otros.
Otros dejan el padrinazgo y se dedican a trabajos diferentes. Al principio argumentan que darán al trabajo religioso las horas libres, pero poco a poco se van apartando de la fe.
Los hay también quienes aprenden la lección, cambian y realizan una labor positiva en otra ciudad, otro país con otras personas. Lo triste es que hayan tenido que sembrar y cosechar amarguras en el camino del aprendizaje. Y algunas vidas arruinadas.
Ayer me reuní en Caracas con un padrino de unos 26 años de edad y 5 de religión.
Solo un año como padrino 16 santos hechos y su casa se dividió en 3 grupos unos se han integrado a otras casas, los otros abandonaron la fe y el está confuso y frustrado. Hablé con el le di mi consejo y le dije que si edificara con el tercer grupo, el más pequeño que se quedó con él. Que entendiera que le falta mucho por aprender y que … Todos son víctimas. Él y ellos.
Vamos a ayudarte, porque a ti te vendieron que podías correr cuando no siquiera sabías caminar.