Una de las prácticas introducidas en el #Mayombe Venezolano y Cubano y que causa.más polémica es la utilización indiscriminada de restos humanos para fabricar las unganga u otras “prendas”. Originariamente en #Cuba el esclavo africano se vio imposibilitado de utilizar los restos de sus antepasados, que es lo que se hacía en áfrica, y aún se hace, para utilizarlos como mediadores y propiciadores en sus hechizos, entendieron que les podían servir los huesos de cualquier otro ser humano qué cumpliera con pariculares características, en los primeros tiempo bastaba con que fuera al menos de su propia etnia o y conocedor de sus prácticas mágicas, de aquí el valor de los resto de mayomberos sobre todo si han sido sacerdotes relevantes dentro de la regla #PaloMonte.
No sirve para el Mayombe, briyumba o kimbisa utilizar restos humanos, de mujeres (por lo.que si ud tiene una muerta eso está malo) personas enfermas o creyentes de otra religión,de personas que nos han sido desconocidas con una vida mal sana y que no hayan pasado por el rito de iniciación, sin estas condiciones los restos carecen de valor a no ser que se quiera utilizar con “arma” maléfica, que es la parte del Mayombe que sí utiliza “rastros” como tierra de la tumba no” restos ‘de asesinos, violadores, personas suicidas, o fallecidos violentamente para invocando estas circunstancias destruir a un enemigo o pedir a un nkisi del tipo #Bandoki, que por transferencia induzca al enemigo a un final semejante al alma de fallecido que se emplee para el #hechizo. Con la masificación y creación de la #Franquicia de la religión por Cubanos y otros, esta práctica se desvirtuó y se comenzó a utilizar cualquier resto humano sin ninguna característica especial, lo cual es un error y una práctica condenable. Los restos humanos de los que se tiene que servir el #mayombero no pueden ser escogidos al azar, por puro capricho o sin criterio. Muchos menos encomendado a cualquier loco. El Mayombe es muy estricto en sus normas de respeto a los difuntos y por consiguiente no admite la profanación ni el saqueo de tumbas, aunque lamentablemente sea una práctica habitual.
#SalaMalekum