La importancia del Machete en el Palo Monte

El Mbele (traducido como “Machete”) es un elemento importante de la Nganga con diversas funciones tanto en el trabajo personal como en el conjunto de un Munanzo. Dicho objeto, de la potestad exclusiva del Tata, conlleva de una serie diversas ceremonias antes de ir a conformar el complejo del recipiente que llamamos Nganga; y por sí solo, así como por su simbolismo, posee una gran variedad de funciones.

Una muy conocida es la de hacer un determinado de limpiezas, procedimiento del cual muchos Tatas son celosos y lo reservan para ahijados o personas de su familia inmediata. Otros, si se ven obligados a llevar a cabo la tarea frente a una persona ajena, aplican el tratado a la persona con los ojos vendados, de tal forma que la persona se ve beneficiada del uso sin por eso violar intimidades de la praxis del Munanzo. Este procedimiento, en el que se ven también involucrados animales y/o cierto tipo concreto de hierbas, además de firmas apropiadas, persigue la intención de romper agresiones, obsesiones o incluso astrales complejos de la persona que la hacen ser perseguidas por infortunios que podrían llevarla a accidentes o incluso la muerte.

El uso de esta clase de procedimientos, y no otros más sencillos, son determinados por la propia Nganga a través de un registro o consulta.

El Mbele simboliza “la fuerza” de la Nganga, y como tal debe de ser respetado. Como elemento correctamente ceremoniado, mucho más allá de su efecto físico ofrece “del otro lado” un efecto potente que hay que tener en cuenta.

Existen Munanzos que tienen la costumbre de “castigar las amonestaciones” de los ahijados con un simbólico número de planazos. El ahijado, espalda descubierta, se arrodilla frente al fundamento de su mayor, agacha la cabeza en señal de arrepentimiento, y recibe en su espalda un número muy concreto de planazos. Infelizmente, existen Tatas abusivos que olvidaron que nos encontramos en el Siglo XXI y nos hemos encontrado casos donde los planazos son más un castigo físico que un castigo simbólico.

Ante estos hechos, más allá de desaprobarlos, nos apresuramos a recordar que el castigo es un elemento que realiza la Nganga… luego jamás se trata de dañar físicamente al ahijado. No describiremos aquí el funcionamiento de esta costumbre, pues es secreta, pero lo que sí diremos es que en ningún caso persigue el dolor físico y mucho menos la lesión. La amonestación es un acto de “humillación” del ahijado, donde él pide perdón por un agravio, y la Nganga (a traves del Machete) LO PURIFICA (que no castiga) de las consecuencias del mismo. A posteriori, de manera inmediata, se inmolaran el número de animales que el fundamento haya determinado como pago, o digamos “multa”, que es siempre coherente con la falta cometida.

Golpear y dañar físicamente, al menos en nuestra opinión y enseñanza recibida, a un ahijado es una cuestión que no compartimos ni compartiremos. Y siendo lógico, pues donde no hay lógica algo anda mal, una Nganga no necesita ayuda de un objeto para dañar. Si el Nfumbe considera que la falta es imperdonable, el propio Nfumbe determinará que se tome el mazango del ahijado y se le “llore”; con las consecuencias que eso conlleva. No necesita de machetes ni de nada para ajusticiar a sus hijos ante violaciones graves de sus juramentos de iniciación.

Las faltas leves, son multadas y purificadas, la Nganga no es un monstruo tirano con sus hijos persiguiendo su dolor físico o espiritual por nimiedades que apenas merecen la reprimenda del mayor. Nganga cela como nadie, cuida como nadie, protege y defiende como nadie a sus hijos, no los maltrata.

Otro asunto a tener muy en cuenta es que el Mbele, como objeto consagrado y vinculado a la Nganga, tiene un “efecto astral” sobre la persona muy principalmente y muy por encima del físico. El Mbele, por su naturaleza, no debe de dañar el astral de la persona sobre la que lo utilizamos por lo que debemos registrar muy profundo ese astral antes de utilizar ningún procedimiento.

Pasando a otros útiles, de los muchos que tiene, el Mbele tiene para muchos Tatas la facilidad de ser una herramienta de “arreo” a la Nganga. Existen Tatas que no proceden ni aconsejan proceder así, sin embargo otros poseen entre las usanzas de su propio Nzo hacerlo. Desde el término medio, nosotros aconsejamos apegarse a los tratados del Nzo propio al respecto.

También para muchos Tatas el Mbele es un elemento de protección. En tiempos donde un Ngangulero se sabe agredido, sacará el Mbele al que le dará de comer tras la puerta de su casa, sobre determinadas firmas, dejándolo durante un tiempo con el fin de impedir que lo que le tiran llegue a perjudicarle o perjudicar su hogar. A este método se le suman ciertos rezos específicos a determinadas horas, aprovechando ciertos fenómenos que ocurren en la naturaleza en momentos específicos del día.

En fin, el Mbele tiene un montón de usos, de los cuales hemos querido dar una pequeña introducción. Ojalá sirva de aporte.

fuente: mayombe.net

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