¿Cómo se fortifican y sacralizan los collares y pulseras?
Tanto los collares (Ìkèkún), mal llamados Ìlèkè (cuentas, lentejuelas) como las pulseras (Idè),se consideran como estandartes para el devoto, mediante ellos se puede identificar nuestra divinidad particular o benefactora.
Los collares y pulseras requieren ser sacralizados mediante Omí-ero de plantas específicas, dependiendo del Òrìşà tipificado. No es necesario sacralizarlos con sangre de animales, ni a través de complicados rituales sin embargo es muy comun que estos sean lavados en una ceremonia de asiento o kari osha
Sí se hace imprescindible purificarlos, con el mismo Omí-ero, todos los años para eliminar las energías negativas que con el tiempo, se van acumulando en estos distintivos.
También es recomendable que los devotos utilicen las hojas de maravilla (mirabilis jalapa) para purificar cualesquiera de estos atributos, independientemente a que divinidad pertenezcan.
La maravilla es una planta purificadora por excelencia y pertenece a todos los Òrìşà.
Por otra parte, en la actualidad se ha tomado como costumbre “dar de comer” a los collares y a las pulseras, con la idea de fortalecerlos. La sangre animal vivifica, no fortalece.
Los atributos que deben ser vivificados son aquellos donde se transfiguran las almas de nuestras divinidades y de nuestros ancestros (piedras, caracoles, imágenes de madera, entre otros).
No siendo así, en los estandartes religiosos