Los espejos juegan un rol importante en el Feng Shui. Dónde ubicarlos y qué poner frente a ellos tiene efectos insospechados en los hogares
Muchas veces me han preguntado si los espejos son buenos o malos en un dormitorio o frente a la puerta de entrada. Es curioso porque en muchos libros o artículos los espejos se han descrito como la “aspirina” del Feng-Shui, ya que poseen numerosas utilidades curativas, pero la verdad es que todo depende en dónde y cómo estén ubicados en un espacio habitable.
Lo más importante de saber es que los espejos deben siempre reflejar algo agradable, como una vista atractiva, un jarrón con flores naturales, una planta saludable, un bonito cuadro o un paisaje, lo que dejará entrar en la casa la energía vibrante de un jardín o de algún elemento positivo.
Los espejos representan una energía yang o activa que hacen que aumenten la energía de un lugar. Basta sólo pensar en un hall estrecho y oscuro y con el sólo hecho de colocar un espejo en uno de sus muros, cambia inmediatamente la percepción energética del lugar, ya que hace que el espacio se agrande, se ilumine y se haga más agradable a nuestra percepción visual. Los espejos son útiles en espacios pequeños, donde aparentemente duplican el tamaño de la zona, creando una ilusión de espacio y profundidad. Eso sí, hay que tener la precaución de fijarse con lo que se refleja en él si no se quiere crear un problema en otra parte.
Son, también, una buena cura para pasillos largos, donde el chi o energía se mueve con excesiva rapidez. Los espejos ofrecen la manera de hacer más lento el fluir del chi. Para esto es necesario ubicar varios espejos en forma alternada en cada pared, sin enfrentarse, reflejando imágenes agradables de cuadros, fotos o adornos de la pared opuesta.
Los espejos nunca deberían distorsionar o cortar la imagen de una persona, ya que eso supondría distorsionar o cortar simbólicamente su energía chi. Es muy común encontrar espejos decorativos pequeños o de forma de fragmentos en un hall, un pasillo, en el baño, walking closet o dormitorio de una casa. Siempre deben tener una forma homogénea y se deben colgar a una altura donde se vea completamente la cabeza de la persona, de manera que no quede cortada al mirarse al espejo.
De acuerdo a la filosofía y práctica del Feng-Shui, no se recomienda ubicar un espejo frente a la puerta de entrada de la casa, ya que al reflejarse la puerta hace que la energía chi que entra se devuelva, sin permitir que fluya por el interior de la vivienda. Esto significa que la energía que trae oportunidades para la vida de las personas en cuanto a dinero, relaciones y suerte en general, se vean mermadas por esta condición. Ya me es común comprobar esta teoría en casas que tienen problemas de dinero en donde los dueños no se sienten reconocidos en sus trabajos y ven que todo es cuesta arriba.
En los dormitorios no se aconseja colocar espejos, porque alteran la energía yin o pasiva, que favorece al descanso de las personas. Es común ver casos en mis asesorías en donde las personas se quejan que no duermen bien o no tienen un sueño reparador, además de levantarse siempre cansadas y con ciertas dolencias en el cuerpo. Al diagnosticar el problema en la casa, no me sorprende encontrar un espejo en su habitación en donde se refleja directamente la cama. La solución es simple, sólo hay que sacar el espejo del dormitorio y ubicarlo en otro lugar o taparlo en la noche antes de dormir. Es agradable escuchar al cabo de un tiempo, que esta simple intervención, ha producido cambios positivos que son vistos con cierta curiosidad o sorpresa.
Como recomendación sugiero mantener los espejos limpios, enmarcados, donde se refleje la imagen completa de la persona y en el caso que se trice o se rompa, sustituirlo inmediatamente. No tener dos espejos enfrentados y no ubicarlos frente a la puerta de entrada o de una cama, para que no afecten a la energía propia de las personas y de la casa