Mi vida religiosa comenzó hace unos años un 24 de abril,hoy cumplo uno más que jure arriba nganga, que mi sangre corrió sobre algo que no entendía, ni sabía porque estaba allí.
Hoy muchos años después, entendí que no se trata de ser un tipo poderoso en la religión, con los pasos de los años aprendes a querer bonito al espíritu, a tener fe en silencio, recordar sin rencores a quienes te jodieron y a olvidar despacito las cosas buenas de los que a ti llegaron.
El titulo más valioso que puedes conseguir en el #palomonte es el de buena persona. No lo conceden los linajes más puros, ni las casas más reconocidas, lo otorgan los valores que atrapas con los años.
— Lo que te hace más rico no es lo que tienes en una prenda, sino lo que tienes en el corazón.
— Cada persona que conocemos en la vida, que consultamos y ayudamos, es una hoja que enriquece nuestro árbol. Algunas se caen con cualquier viento, otras se pierden con el tiempo, algunas no se despegan jamás.
Te satisface tener uno o máximo dos amigos de verdad, esos que llamamos ahijados. Ya no te ilusiona aquella idea de estar rodeado de gente porque aprendes que solo los malos tiempos traen los verdaderos amigos. Es muy fácil llamarse “amigo” en días que son casi perfectos. Y de eso se trata de sembrar en personas un palo fuerte, que mañana el entienda que se sentará bajo su sombra cuando el sol apriete, ese es el secreto de la fe.
Aprendí que la magia y la verdadera #nganga es el ser humano y que ese fetiche es solo un espejo de lo hacemos y lo que somos.
Entendí que soy un #brujo, con los años aprendí que no hay nada más bonito que esa palabra y que estoy contento de llevarla en mi vida.
Hoy no hay cajones, no fiestas ni bembe , de hecho desde hace mucho no hago eso… porque la celebración es con la vida no la gente.
Porque el arte de cumplir año de un palero, es cambiar las hojas , sin perder las raíces.
Dios bendiga a mis padres, Dios bendiga a mis padrinos, Dios bendiga a mis hermanos, Dios bendiga a mis ahijados!
Nsala Malekum.