Lo que debes saber de la Chamba, bebida ritual del Palo Mayombe

Bajo este nombre, conocemos la bebida ritual por excelencia, y de múltiples usos, que usamos en el Palo Mayombe.

Sin embargo, muchas veces que se habla de ella (incluso algunos padrinos) se ignora un dato respecto a la salud muy importante, que antes de comenzar hablar, nosotros por responsabilidad sí que deseamos subrayar: la Chamba, al menos aquella preparada con todos los ingredientes debidos, debe de ser EVITADA POR CUALQUIER PACIENTE DE ASMA o enfermedades respiratorias de idéntica naturaleza. Esto es debido a que algunos de sus elementos pueden ser muy, pero que muy, perjudicial para la salud de estos pacientes.

Esto no limita a estos pacientes para la práctica de nuestro culto; solo significa que la Chamba será evitada y cuando deba ser utilizada porque la ceremonia lo exiga, sera otra persona (el Bakonfula, por ejemplo) quien la utilice.

Dejado claro este importante dato para la salud, podemos ahondar en este tema.

Realmente, aunque es aceptado por todos nosotros, el uso de ciertos elementos como el aguardiente o el ron es uno de los préstamos que se ha tomado de otras religiones afrocubanas (como la Osha). Realmente, con un poco de lógica lo podemos apreciar, cuando uno de los principales ingredientes “de base” de la Chamba es precisamente el Aguardiente ¿que sentido tiene utilizarlo por sí sólo? Sin embargo, estos préstamos había sido siempre fruto de una evolución natural, por ende no es algo negativo, sino más bien producto de la idea (afroantillana en general) de que estas bebidas, aún por sí solas y siendo sopladas sobre un fundamento, sirven para agasajar a espíritus y divinidades… así como también sirve de elemento purificador de herramientas y personas.

Más sin embargo, si nos debemos remontar a la praxis exclusiva del Palo Mayombe, encontraremos dos preparaciones en forma de bebida propias del culto únicamente: la Chamba y el Yambozo. En esta ocasión veremos algunas cosas sobre la Chamba.

Su uso es exclusivo de iniciados en la religión. Éste líquido, considerado sagrado, es a veces ingerido y a veces empleado, según la necesidad o la exigencia del ceremonial en particular.

Por regla general, sus usos son variados: es un elemento de arreo del fundamento, también (y sin embargo) cumple una función agasajadora de las espiritualidades que cohabitan en la Nganga, forma parte de momentos importantes y de profundo significado dentro de la ceremonia iniciática (el Rayamiento), es empleada en la preparación de cierto tipo de baños, posee elementos purificadores, entre otros…

Su fabricación forma parte de un rito relativamente complejo, mediante el cual son mezclados diversos elementos sobre una base fuertemente alcohólica (principalmente, aunque no sólo, de aguardiente… como hemos visto): ejemplos tales como ciertas hierbas, rayadura de palos muy especiales, aguas de diferentes procedencias, diversas especias (de naturaleza picante), ajo, determinados elementos muy concretos de la Nganga y algunos elementos más que la privacidad de la ceremonia nos impide señalar en un medio público.

Antes de dar por terminada su fabricación, muchos Nganguleros preferimos asegurarnos que la Nganga esté conforme: sucede muchas veces que el fundamento añade determinados elementos que considera imprescindibles, en cuyo caso son añadidos.

El proceso de fabricación de la Chamba dista muchísimo de ser manual, sino que en la mezcla de estos elementos subyace una mezcla de energías en el plano espiritual y por ende también un orden concreto, unas firmas sobre las que estas combinaciones son realizadas, unos mambos típicos y en casos de muchos Munanzos unos rezos apropiados.

La idea que existe es la calculada combinación de muchos elementos, de una forma muy particular, de tal modo que den origen a una bebida ritual sagrada de efecto religioso y energético potente y eficiente, que sirva para sus múltiples propósitos.

Sin embargo, decir que existe una receta única para realizar la Chamba, es decir demasiado. La verdad es que a través de los siglos han evolucionado en los distintos linajes formas variadas de preparación. En todas ellas se pueden ver muchos elementos en común, tal vez el 80%, sin embargo encontramos otras partes variadas entre sí, así como variaciones ceremoniales en su preparación y posterior consagración.

Sin ir más lejos, y por poner un caso cercano, nosotros mismos poseemos en nuestro Munanzo tratados diferentes para elaborar una Chamba. La utilización de uno u otro tratado dependerá del Mpungo que rige el fundamento para el que vamos a preparar la Chamba.

Veamos, sólo a modo de ejemplo, que una Chamba preparada para un fundamento Centella Ndoki es básico, al menos en lo que ingredientes se refiere (la fabricación posterior es otro cuento). Lleva un número limitado de ingredientes, muy volátiles energéticamente, es claramente una Chamba volátil, energéticamente agresiva, etc. Diferente es la cosa si estamos hablando de Chola Wengue, cuyo número de ingredientes es mucho mayor, más su calidad energética es más variada y no únicamente bélica.

Entendemos por Mpungo una fuerza de la naturaleza, que no una divinidad al estilo de un Orisha (antropomorfa, con patakies, etc) y cada fuerza de la naturaleza es diferente y por ende reacciona a elementos y procedimientos diferentes y tiene correspondencias distintas, según su naturaleza y función.

Como siempre, aconsejamos a nuestros lectores desapegarse del sectarismo de aquellos que dicen tener “métodos únicos”, pues esto no funciona de este modo. Más también, sin embargo y como también siempre aconsejamos, incidimos en la importancia de aprender los tratados de sus respectivas casas de sus mayores respectivos y hacer uso de ellas como elementos principales

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